Cosas aparentemente intrascendentes y otros cuentos
Pere Calders es un maestro del relato breve. En sus cuentos medita sobre el concepto de realidad, a la manera de Kafka y Pirandello, dando él especial importancia a lo mágico en la vida cotidiana. Precisamente por esto, su obra ha sido encuadrada dentro del llamado «realismo mágico», habiendo escrito gran parte de sus relatos antes del boom latinoamericano.
Posiblemente lo que más atrae al lector que se acerca a su obra es el uso de la ironía, el humor y el absurdo, aunque las situaciones a las que nos lleva son siempre verosímiles.
En esta antología publicamos treinta de sus mejores cuentos, escritos entre 1955 y 1984, con ilustraciones de Agustín Comotto, que son un homenaje necesario a un narrador excepcional.
Posiblemente lo que más atrae al lector que se acerca a su obra es el uso de la ironía, el humor y el absurdo, aunque las situaciones a las que nos lleva son siempre verosímiles.
En esta antología publicamos treinta de sus mejores cuentos, escritos entre 1955 y 1984, con ilustraciones de Agustín Comotto, que son un homenaje necesario a un narrador excepcional.
Ilustrado por: Agustín Comotto
«Calders era una especie de Borges mediterráneo. [...] Era un escritor de cuentos y narraciones cortas imaginativo y ocurrente, pero sobre todo una bellísima persona, cordial y sencilla».
Joan Brossa
Esta obra ha recibido una ayuda
a la edición del Ministerio de
Cultura y Deporte
Cosas aparentemente intrascendentes y otros cuentos
Ilustrado por: Agustín Comotto
Pere Calders es un maestro del relato breve. En sus cuentos medita sobre el concepto de realidad, a la manera de Kafka y Pirandello, dando él especial importancia a lo mágico en la vida cotidiana. Precisamente por esto, su obra ha sido encuadrada dentro del llamado «realismo mágico», habiendo escrito gran parte de sus relatos antes del boom latinoamericano.
Posiblemente lo que más atrae al lector que se acerca a su obra es el uso de la ironía, el humor y el absurdo, aunque las situaciones a las que nos lleva son siempre verosímiles.
En esta antología publicamos treinta de sus mejores cuentos, escritos entre 1955 y 1984, con ilustraciones de Agustín Comotto, que son un homenaje necesario a un narrador excepcional.
Posiblemente lo que más atrae al lector que se acerca a su obra es el uso de la ironía, el humor y el absurdo, aunque las situaciones a las que nos lleva son siempre verosímiles.
En esta antología publicamos treinta de sus mejores cuentos, escritos entre 1955 y 1984, con ilustraciones de Agustín Comotto, que son un homenaje necesario a un narrador excepcional.
«Calders era una especie de Borges mediterráneo. [...] Era un escritor de cuentos y narraciones cortas imaginativo y ocurrente, pero sobre todo una bellísima persona, cordial y sencilla».
Joan Brossa
Esta obra ha recibido una ayuda
a la edición del Ministerio de
Cultura y Deporte
